Gran Bretaña, años 60: El Gobierno declara obligatorio el uso de Dispositivos de Registro Emocional (ER), un implante instalado quirúrgicamente en la frente de los ciudadanos y que indica, mediante una luz roja más o menos intensa, el grado de atracción sexual. Aldiss, a través de Jimmy Solent, el protagonista, y los personajes que le rodean, describe los efectos de la imposición gubernamental del aparato, tanto a nivel del individuo particular como de la sociedad en general.No es precisamente lo mejor de Brian Aldiss, que parece no saber si centrarse en el impacto social de la medida o el que tiene sobre la vida del protagonista. Así tenemos a Solent dando tumbos a través de una narración deslavazada que parece no ir hacia ningún sitio. No ayuda una edición que deja bastante que desear, con gran cantidad de errores tipográficos y una traducción poco afortunada. Traducción supongo que, aunque bastante explícita, afectada por la censura de la época (aunque quizás por aquel entonces tampoco consideraban la ciencia ficción “literatura seria” y los censores no se tomaban la molestia de leerla).
Ansia Primaria en La Tercera Fundación
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